Educación financiera y beneficios fiscales para personas con discapacidad.
Foto: Miguel Ángel Martínez y Juan Gallego, Director Comercial de Caja Rural de Jaén durante la Asambla General de 2019.
Desde el 2 de abril y hasta el 30 de junio de 2025, en España estamos en plena campaña de la declaración de la renta y por ello en el post de Mayo hablamos de finanzas. La educación financiera es una habilidad esencial para todas las personas, sin importar su edad, nivel de ingresos o situación laboral. Saber cómo gestionar el dinero, entender conceptos básicos de ahorro e inversión y planificar a largo plazo son competencias fundamentales para tomar decisiones acertadas y vivir con mayor tranquilidad económica.
¿Por qué es tan importante la educación financiera?
- Mayor autonomía personal
Gestionar correctamente los ingresos y gastos da libertad para tomar decisiones responsables, evitar imprevistos y reducir la dependencia de créditos o ayudas externas. - Mejor aprovechamiento de recursos
Entender cómo funcionan los impuestos, las deducciones o los productos bancarios permite optimizar el uso de nuestro dinero y aprovechar oportunidades que de otro modo pasarían desapercibidas. - Prepararse para el futuro
Una buena planificación financiera permite ahorrar para imprevistos, jubilación, estudios, vivienda o proyectos personales. Esto genera estabilidad y seguridad a largo plazo. - Evitar el sobreendeudamiento
Conocer el funcionamiento de los préstamos, las tarjetas de crédito y los intereses ayuda a tomar decisiones responsables y evitar caer en deudas difíciles de afrontar. - Fomentar la participación y la inclusión económica
Una ciudadanía con conocimientos financieros tiene más capacidad para emprender, invertir, ahorrar e involucrarse en decisiones económicas con criterio y responsabilidad.
Por ello creo que sería importante tener un mínimo de educación financiera en la etapa formativa de las personas, dada la importancia que tendrá en su futuro. No se trata de ser un experto si no de tener los conocimientos necesarios para tomar decisiones responsables que que mejoren nuestra calidad de vida.
En cuanto a la campaña de la Renta en relación con la discapacidad, la ley contempla una serie de deducciones y beneficios fiscales que pueden suponer un importante alivio económico. Conocer estos derechos es clave para aprovechar al máximo las ayudas disponibles y garantizar una declaración justa.
¿Quién puede acceder a los beneficios fiscales por discapacidad?
Pueden beneficiarse de estas deducciones:
- Personas con un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
- Personas que tengan a su cargo a familiares con discapacidad (hijos, cónyuge, padres, etc.).
Es importante contar con el reconocimiento oficial del grado de discapacidad por parte del organismo competente.
Principales deducciones y beneficios fiscales en 2025
- Mínimo personal y familiar incrementado
Las personas con discapacidad pueden aplicar un incremento en el mínimo personal y familiar, lo que reduce la base imponible y por tanto, el impuesto a pagar. - Deducción por ascendientes o descendientes con discapacidad
Si tienes a tu cargo un familiar con discapacidad, puedes aplicar una deducción adicional que puede alcanzar hasta 1.200 euros anuales. Esta deducción es compatible con otras ayudas, como el cheque familiar. - Reducción por aportaciones a patrimonios protegidos
Las aportaciones a favor de una persona con discapacidad a través de un patrimonio protegido pueden reducir la base imponible, con un límite de hasta 10.000 euros por aportante y beneficiario. - Deducciones autonómicas específicas
Algunas comunidades autónomas establecen deducciones adicionales para personas con discapacidad o familias que las tienen a su cargo. Es importante revisar la normativa vigente en tu comunidad para no dejar pasar ninguna ayuda. - Exención de determinadas rentas
Determinadas prestaciones y ayudas económicas percibidas por personas con discapacidad están exentas de tributar, como las pensiones por incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, entre otras.